La
respuesta a esta pregunta es sencilla: nos infoxicamos porque estamos
enganchados a las nuevas tecnologías.
Y no
sólo hablamos de blogs, webs o Facebook.
¿Cuántas
veces miras tus notificaciones de WhatsApp al
día? ¿Cada cuánto tiempo atiendes las notificaciones de tu smartphone? ¿De
verdad es necesario que sea con tanta frecuencia?
Nos
hemos acostumbrado al consumo por inmediatez.
Estamos
habituados al “ya” y al “ahora” y creamos necesidades que nos parecen
importantísimas, pero 2 horas más tarde quedan relegadas por un nuevo input.
Desde
hace un tiempo, colaboro con una marca que me pidió ayuda porque les superaba
lo cotidiano. Ellos mismos dicen una frase que refleja perfectamente el tema
del que hablamos aquí:
“Lo
inmediato supera a lo importante”.
Cuando
esto sucede en el ámbito de la información, aparece la infoxicación digital.

6 causas por
las que puedes sufrir infoxicación digital
Las causas
por las que se origina son personales y variadas. Sucede en función de las
variables caracteriales o circunstanciales de las personas.
Sin embargo,
de entre todas ellas, las más habituales son las siguientes:
1.
Inseguridad
En
ocasiones, nos encontramos ante una circunstancia en la que debemos tomar una
decisión. Y puede ocurrir que, por inexperiencia, desconocimiento, miedo o
cualquier otra razón, no nos sintamos seguros para resolver el desenlace.
De forma
natural acudimos a distintas fuentes de información, buscando ayuda y
orientación que nos haga decidir. Pero esa inseguridad hace que la exploración
sea tal que acabemos agobiados y bloqueados, sin saber qué hacer.
2. Guardar
información “por si acaso”
Ya sabemos
que los títulos de los artículos son fundamentales a la hora de llamar la
atención de los usuarios. Y a veces, son tan atractivos que, aún sin saber qué
dice el post, lo guardamos.
Ni siquiera
nos hemos molestado en leer la información. Apenas la hemos escaneado. Pero
allí está esa url, guardada en nuestros archivos “por si acaso” nos hace falta
más tarde.
Este es un
ejemplo típico de causa de infoxicación.
Guardamos
tanta información que no tenemos tiempo para asimilar. Y eso nos angustia.

3.
Habituación
Cuando
comenzamos a filtrar la información que recibimos de Internet solemos ser
escuetos. Quizás porque ni siquiera somos capaces de entender los contenidos
publicados.
¿Recuerdas
cuando abriste tu lector de RSS? (Si no sabes qué es no te preocupes, porque te
lo voy a explicar unas líneas más abajo).
Al principio
tenemos tan sólo algunos blogs que seguimos y podemos leerlos todos sin
demasiada dificultad.
Pero, ¡es
tan fácil añadir otras URL’s!
Así que, sin
darte cuenta, te encuentras con un perfil en el que te entran contenidos porque
sí. Y tú los vas leyendo, más o menos al día.
Llega un
momento en el que te encuentras con una infinidad de artículos diarios que te
consumen varias horas de lectura. Y, obviamente, no las tienes. Leer posts de
forma indiscriminada no te hace facturar más.
Pero como
están ahí, los lees (o al menos lo intentas).
Después de 3
días te es imposible seguir el ritmo de las publicaciones de esas webs que
sigues y te encuentras con que tienes más de 100 artículos pendientes de ojear.
Aparece el
agobio, el escaneo y no la lectura comprensiva de contenidos. Y tras esto,
aparece la infoxicación.

4.
Comparación
Otro caso en
el que realizamos búsquedas de información exhaustivas es cuando tenemos que
decidir poner a la venta un nuevo servicio, producto o infoproducto.
Queremos
saber qué hace la
competencia, para aprender de sus errores y mejorar
nuestros procedimientos. Por ello, nos lanzamos a bucear entre los miles de
artículos que aparecen sobre el tema que nos interesa.
El resultado
es que nos encontramos con más información de la que podemos gestionar y nos
bloqueamos ante la incapacidad de interiorizarla.

5. Miedo
Si estás
leyendo información en Internet bajo la premisa de “¿y si me pierdo algo
importante?” es que estás a tan sólo un paso de caer en ella.
Éste es un
mal compañero de viaje en tu proceso de autoaprendizaje con contenidos
gratuitos digitales.
El miedo a
perderte información es el principal responsable de la falta de especialización.
La
infoxicación producida por esta emoción nos hace no profundizar en los temas
que nos interesa, que son aquellos que se nos dan bien de forma innata.
Si estás al
día en tu sector, sabes perfectamente que hay distintas especialidades en él igualmente
importantes. Por ejemplo, en el sector del Marketing Digital, es fundamental
trabajar adecuadamente los contenidos que ofreces a tus usuarios y también
el posicionamiento
orgánico de ellos.
Querer saber
de todos ellos, a la vez, te hace perder el rumbo hacia tus objetivos.
Pon el freno
y no caigas en la infoxicación digital.

6.
Apariencias
Si tienes
muy presente y llevas hasta el extremo esa frase célebre que dice que “la
información es poder” tienes riesgo de padecerla.
Esa cita nos
ha hecho mucho daño a todas las personas.
A menudo
utilizamos la información simplemente para aparentar que sabemos sobre un tema.
El problema es cuando queremos saber de todos.
Y para no
patinar en ello, estamos obligados a leer toda la actualidad que gira alrededor
de él.
¿Te
suena haberlo visto o vivido?